No hay nada más agradable que entrar en una casa y que huela bien. O abrir un armario y que tus pensamientos te transporten a un campo en flor. Con este proyecto DIY aprenderás cómo hacer saquitos aromáticos.
Si además puedes conseguirlo con productos naturales y a tu alcance, doblemente bueno. Te cuento cómo.
Solamente tienes que recolectar unas aromáticas y dejarlas secar, para luego rellenar unos saquitos con ellas, que podrás usar como ambientados naturales.
Son muy fáciles de hacer y el olor te acompañará durante mucho tiempo.
Puedes hacer miles de combinaciones. Lavanda, romero, tomillo… cualquier planta aromática irá de maravilla, solas o combinadas entre sí.
Justo ahora las lavandas están en plena floración, una época perfecta para cortar unos cuantos tallos y usarlos para tus saquitos.
Otra alternativa es usar pieles de cítricos, que previamente habrás dejado secar. Mandarinas, naranjas, limones… experimenta con todos ellos.
Durante el invierno he ido guardando las peladuras de las mandarinas que comíamos, las he dejado secar en una caja de madera y las he usado para este proyecto, junto con lavanda. La mezcla es ideal.
Y ahora, al lío, vamos a hacer los saquitos.
Necesitarás:
- aromáticas secas, pieles de cítricos (desecadas)
- retales de tela de algodón: 2 cuadrados de 10x10cm para cada saquito (o la medida que tengas, la idea es reciclar retales. Se pueden hacer más grandes o más pequeños, esto ya va a gusto de cada uno y de los materiales que tengas a mano)
- cinta (opcional, si quieres añadir un ganchito para colgar)
He optado por el método más sencillo y rápido, con las costuras vistas. Para estos saquitos creo que le va fenomenal y simplifica mucho el trabajo. No hace falta complicarse la vida. Cuanto más sencillo resulte, menos pereza nos dará hacerlo.
Una vez tengas los retales cortados, simplemente coge dos trozos y enfrenta el revés (revés con revés). Si quieres añadir la cinta para poder luego colgar el saquito, este es el momento. Sujétala con un alfiler en alguno de los lados, entre las dos piezas de tela, a modo de sandwich. Termina de sujetar el resto con alfileres y cose el perímetro a un centímetro del borde, dejando uno de los lados abierto para poder rellenarlo.
Para mis saquitos he usado un trozo estampado a un lado y una tela de algodón en color crudo en el otro, donde he estampado el nombre de la marca. Son una especie de tarjetas de visita aromáticas, que añadiré a los envíos.
Rellena con la mezcla de aromáticas y cierra el lado que habías dejado abierto con una costura igual que la anterior.
Ahora que ya tienes el cuadrado hecho, con todos el perímetro cerrado, haz una costura de zig-zag, rodeando todo el saquito, lo más pegado posible al borde. Así evitarás que se deshilache.
Y eso es todo, ya tienes tu primer saquito hecho. Son puro vicio, ahora que ya sabes cómo hacer saquitos aromáticos te aseguro que no podrás parar de hacerlos.
Esta es mi primera tanda de saquitos ya terminada, esperando a viajar junto con vuestros pedidos 🙂